Me he mirado al espejo Y vi mi brazo extendido
También vi que el bisturí amenazaba con comenzar la incisión…
Fue en ese mismo instante por algo que aun no entiendo bien
Que mi mano, que era más que mi mano mi compañera
Aquella la siniestra me traiciono e hizo que su eterna enemiga emanara
Desde su parte más alejada de la muñeca, pero tampoco cercana al codo
Un líquido tibio y rojo que no supe encasillar en un vocablo
Fue en aquel mismo instante cuando luego de ver mi cara empalidecida
Me desplome sin saber nada más que al lugar que fui a parar,
Sin mi consentimiento y sin poder de resistencia.
Ya estando repuesto por completo y con la capacidad de analizar la situación
Descubrí que mis conocimientos de medicina no son tan vagos
O quizás a lo menos he sabido que estoy sedado, con antidepresivos
Y lo más cercano a una incipiente sobredosis.