jueves, 4 de junio de 2009

Siempre

- ¿ Qué haz visto hoy, qué te trae así?

- No he visto nada, sigo igual de ciego que ayer y que mañana.

- Pero...me habías asegurado que ya eras capaz de descubrir mi rostro.

- De eso no te quepa duda alguna...

- No lo entiendo, en un momento dices reconocerme, dices ver mi rostro, ¿que te ha ocurrido?

- Detente, no me ha ocurrido nada, mis ojos nunca te vieron, nunca te reconocí por mis ojos pero si se como es tu rostro, se que me miras con el desprecio típico de la mentira.

- Estás mintiendo, yo nunca hubiese podido mentirte, jamas he hecho algo distinto a lo que tu sabes...

- Mis ojos son más grandes que los tuyos y perciben mejor, no ven colores, no ven formas, solo ven al mundo desde las sombras...Y tu sombra esta vez te traiciono, tu sombra me lo ha contado, mis ojos son los del alma y eso tu no lo haz notado...

En ese momento ella huyó, nadie más la vio, nadie como él...Él por su parte presionó erradamente distintos números telefónicos sin ningún propósito aparente, solo quería volver a oír las voces, la ceguera lo imposibilito de salir, de reír, de escuchar, solo pudo soñar aquella noche....Soñó con un mundo en blanco y negro, momentos más tarde pensó haber despertado, pero siempre lo estuvo, logró ver el mundo tal como es...

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