La imposibilidad de estar en tus brazos
La incredulidad se apodera de los labios bostezantes
La irresponsabilidad invisible invade el ambiente
y lo indeseable que es la sensación de ansiedad nos deja perplejos.
Se transubstancia el verso impaciente en aquellos ojos temerosos,
como quien cree temer a dios pero tan solo falsea rehuir
a la imagen burda de aquel creador creado por el acomodo y el desconcierto.
Creí poder sumergirme para siempre en el mar del tiempos volubles y relojes desmanijados
pero la respiración hace arcadas frente a ti musa de piedra, inexpresivo trozo de iglú,
recóndito confín de la nube gris que tan solo atemoriza a los sin refugio y los desnudos,
a los perros y a los más perros.
Mira tus labios floreados por espinosas rosa blancas, esas mismas rosas
son ahora impávidas testigos de la deshonra de su pureza.
La ligera brisa de la realidad engangrena mis ojos
La escafandra del deseo se ha roto y comienzo entonces a chocar
los peces de la memoria me azotan la frente
los tiburones de la conciencia mastican mi cuello y alborotan mi pulso.
Lo he decidido, no haré nada que me de respuestas,
no parare ningún enajenado y turbio resoplo de la polvorienta memoria;
aquella memoria en la que covergemos Tú, Yo y el adiós.
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