Ha de comenzar el duelo
Esta vez no es por traición sino por ocio
Por aburrimiento, cansancio o hasta por pereza
Es más fácil presionar un gatillo que mirar a los ojos.
Se dispuso un lugar, un tiempo
El pleito se acerca, se estremece la tierra
Más bien creí que la tierra se estremecía
Pero no, era la onda expansiva del cobarde temor.
Las balas esta vez no son flores, ni cubos de hielo
Tampoco serán disparos al aire que te hagan huir
Que espanten los conflictos como manadas
Menos aun será el disparo solitario del suicida.
Cada uno llega por el mismo lado al lugar
Pasos sincrónicos, mentes sincrónicas
Pero los corazones van una vez más a destiempo
El viento sopla con la regularidad de los sueños.
Con los ojos vendados tal como ayer nos volvemos a mirar
El zumbido en los oídos nos hace escuchar solo nuestras respiraciones
Entonces posamos nuestras espaldas en una cercanía envidiable
Esta vez un imán nos atrajo pero al segundo nos volvimos a repeler.
Nos preguntamos con el silencio si estamos listos
Ambos no asentimos, pero el que calla otorga
Habíamos acordado siempre cinco pasos
Pero esta vez fueron cinco siglos, cinco universos por recorrer.
Una vez atravesadas las distancias
Sosegado el corazón, exaltado el respirar
Desenfundamos, cargamos nuestras armas
Con la velocidad de las lágrimas nos volteamos.
Ambos yacimos en suelos diferentes
Ambos agonizantes, no hubo disparo
Pero si sangre, si gritos
El extraño poder de las balas nos alejo.
Las balas son imanes y con el tiempo se encuentran
Será entonces cuando choquen y estallen en mil pedazos
Las sienes, los corazones, los gatillos deberán aguardar
Quién sabe quién disparará.
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